Ya sabemos que en la Fórmula 1 el repuesto más barato es el piloto, o al menos el fusible más fácil de cambiar. Loe hemos visto últimamente en Toro Rosso, donde no solo se desprendieron de sus dos pilotos 2011, sino que ahora se encargan de hundirlos con declaraciones, por lo menos, fuera de tiempo.
Ahora el turno fue para Jarno Trulli, quien imprevistamente fue cesanteado por el equipo Caterham, merced a la valija de dinero y al potencial nicho de mercado, que trae consigo el ruso Vitaly Petrov.
Así funciona esto, incluso en la Fórmula 1 y también pasó con Barrichello y Bruno Senna en Williams.
Está claro que tanto Barrichello como Trulli son dos pilotos veteranos y es lógico pensar en el recambio, lo que resulta descabellado es la forma en que se dan las cosas. Al piloto brasileño lo mantuvieron en la incertidumbre varios meses y al italiano se lo comunicaron de buenas a primeras, tras los primeros ensayos de pre-temporada.
Jarno Trulli, con 37 años de edad, disputó 252 Grandes Premios en 7 equipos. Logró 1 victoria, 4 poles position, 1 vuelta rápida y 11 podios. Sus números no son brillantes más allá de su experiencia, pero seguramente merecía otra salida.
La declaración política que emitió el equipo, señala que Trulli ententía la situación y que agradecía al team por todo este tiempo juntos. Y es posible, porque Jarno es un caballero.
Petrov cuenta con 27 años de edad, 38 Grandes Premios, 1 vuelta rápida y 1 podio. El hecho de ser el primer piloto ruso en la Fórmula 1 hace creer que puede generar muchos negocios en su país, aunque si no hay resultados, esto dificilmente se plasme en el mercado. Ya vimos como Lotus en su momento prescindió de sus servicios, en una rueda donde nadie está a salvo.
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